lunes, 31 de diciembre de 2007

Battle Royale

La Gran República del Este de Asia fue creada a comienzos del siglo XXI como una nación socialista. Con grandes limitaciones a las importaciones extranjeras, en cambio exporta enormes cantidades de objetos manufacturados gracias a su mejor calidad y precio. Ostenta una de las tasas de delincuencia más bajas del mundo, a la vez que la mayor renta per cápita del mundo.

La primera Battle Royale tuvo lugar en 1947 y actualmente se celebra anualmente. Se considera una práctica necesaria para la defensa y seguridad nacional, amparada legalmente: se escoge al azar una clase de noveno grado, se les traslada a una ubicación aislada, y en una batalla al estilo de gladiadores, sólo puede sobrevivir un alumno en el tiempo estipulado.

La primera película está muy bien, sobretodo porque resulta muy chocante que el argumento sea un grupo de adolescentes matándose entre sí. El manga es muy divertido y adictivo. Al darle la vuelta a la página siempre pasa algo que te obliga a seguir leyendo. Además, a la violencia de la historia se añade alguna escena de sexo explícito que cierra la definición de manga para adultos.

Primero fue la novela Battle Royale de Koushun Takami (1999), no publicada todavía en español (y que todavía no he podido leer). Después fue la película Battle Royale del año 2000, que por aquí pasó sin pena ni gloria (aunque alguien me lo chivó y tuve la suerte de verla en el cine). El manga Battle Royale salió en 2000. Siguió la secuela a la película, muy alejada de la idea original, Battle Royale II: Requiem (2003), del cual hicieron el correspondiente manga Blitz Royale.

Haciendo una excepción, me estoy coleccionando "Battle Roayle. The Ultimate Edition", de la cual ya está publicado (en EEUU) el primer volumen, que contiene los tres primeros volúmenes del manga.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Free Beer: La cerveza libre

Siguiendo la moda del software de código abierto, la cerveza libre surgió de la colaboración de un grupo universitario con un colectivo de artistas, ambos de Copenhague. Desarrollaron una receta bajo Creative Commons para que todo el mundo pueda hacerse cerveza en casa. Ya van por la versión 3.4, nombre en código "Germania", cada una con diferentes sabores y propiedades.

El proceso me parece más complicado de lo que creía: hay que conseguir los ingredientes, hay que mantenerlos cociendo durante determinados minutos a temperaturas muy controladas....

Lamentablemente, más que un proyecto para ensuciar la cocina un fin de semana, es más bien para montar un laboratorio en un cuarto sin uso (o con sitio suficiente) para cuando las rodillas /espalda / o cualquier otra parte del cuerpo no nos permita dedicarnos a otra cosa más que a actividades sedentarias.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Instalar linux en pendrive

Esta semana me he dedicado a probar instalaciones de linux en memorias usb.

El objetivo es poder conectar esta memoria a un ordenador, arrancar de ella y que funcione como un disco duro que arranca Linux.

La gran ventaja es que en el ordenador no se toca nada: ni discos duros, ni particiones, ni sectores de arranque). Como mucho, habilitar el arranque USB desde la BIOS.

Comencé con Damn Small Linux, pensada específicamente para instalarlo en cualquier dispositivo de al menos 50 MB, y corre hasta en un 486. Visto que funciona en cualquier ordenador que soporte arrancar desde discos duros USB, el siguiente paso era conseguir una instalación de un sistema Debian o Ubuntu completo.

En internet hay manuales que explican cómo preparar un pendrive de 1GB y copiar la versión Ubuntu Desktop en él. No estoy seguro, pero sospecho que al ser una copia del CD, no permitiría guardar cambios.

Lo que yo quería era hacer una instalación normal de Linux usando como disco duro la unidad USB. Se puede hacer una instalación "tipo texto" completamente funcional, pero tanto en Debian como Ubuntu si se quiere instalar el escritorio KDE, 1GB no es espacio suficiente.

La solución viene por comprar un pendrive USB de 4GB que me ha costado 25 €. La instalación de Kubuntu se ha completado sin problemas. A la hora de escoger disco duro, simplemente se escoge el correspondiente a la unidad USB. El gestor de arranque GRUB se instala en él, que lo ofrece como opción por defecto y no da ningún problema.

Ahora uso Kubuntu normalmente en el portátil en el que tengo prohibido instalar Linux. Así puedo navegar ó escribr este blog con él de una forma mucho más cómoda que desde la tele, ya que me llevé el ordenador al salón y a veces se hace poco "ergonómico" leer desde tan lejos y tan pequeño.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Sorbete de limón y cava

Ya estamos casi en navidades, y se repite el clásico que le presta elegancia y categoría a cualquier cena o comida de navidad: el sorbete de cava y limón.

Ingredientes: helado de limón y cava.
Receta: Con una batidora, mezclar el helado y el cava. Las proporciones, a ojo, en función de la textura que se le quiera dar.

En realidad, esta entrada es para comentar lo que me dijeron expertos de la Heladería Ferrara para conseguir el mejor sorbete:
  • Lo más importante en el sorbete es que el helado sea bueno. Los industriales a veces tienen demasiada grasa para alargar su caducidad. Claro, los hermanos Ferrara quieren vender sus helados (excelentes, por cierto), pero a mi se me va de presupuesto si tengo que comprar un litro de su helado de limón para hacer el sorbete.
  • La calidad del cava no es tan importante como el del helado. En cualquier caso, creo que si me gastara una pasta en un helado de heladería, no me atrevería echarle un cava de sólo a dos euros por botella.
  • El consejo de los Ferrara: el sorbete no debe resultar demasiado dulce (además, a mí cada vez me gusta la bebida más seca). Para matar parte del dulzor del helado, me recomendaron añadir un poco de ginebra. El 24 de diciembre lo probaré.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Instalar un grifo termostático

Ahora también soy fontanero: acabo de instalar en media hora dos grifos termostáticos en casa de mi madre: uno para la ducha y otro para la bañera.

Las ventajas de estos grifos son que ajustan la temperatura del agua al valor escogido. Es muy cómodo tener siempre el selector de temperatura a la que se está bien y no preocuparse de ajustarla ni al comienzo de la ducha ni durante los ajustes prueba/error hasta encontrar la temperatura óptima.

Además, si se abre otro grifo en la casa, la temperatura del agua no cambia ni hacia arriba ni hacia abajo.

Me he lanzado con bastante confianza a montarlo porque las tuberías tienen unos diez años, y se supone que están bien y no me las cargaría al soltar los grifos o enroscar los nuevos.

Respecto a hacerlo yo ha sido porque en la tienda valen cada uno 150 € y 30 € de instalación. En el bricodepot, el más caro estaba sobre 90 € y el que hemos puesto sobre unos 70 €.

La instalación ha sido muy fácil: con una llave fija del 30 y una grifa he desmontado la rosca del grifo viejo y he montado el nuevo. Le he dado unas vueltas con teflón para asegurarme que no tendría pérdidas por la rosca.