miércoles, 26 de noviembre de 2014

Cinco años de ciclista urbano con la Brompton


Lo más significativo desde la última entrada que escribí en mi experiencia con la bici en Zaragoza es el cambio en la ordenanza municipal que regula la circulación de bicicletas. Esto ha afectado bastante a la fluidez de mis desplazamientos, llegando a sinsentidos en que la opción más adecuada en ciertos tramos es empujar la bici durante cinco minutos en lugar de atravesarlos en menos de un minuto circulando sobre ella, tal como hacía antes.

En cuanto a modificaciones de la B, las nuevas opciones de financiación colectiva (crowdfunding) unido a la distribución global que facilita internet está permitiendo llevar al mercado nuevos productos que tienen interés para colectivos específicos.

En este sentido, adquirí un timbre "The Belll" diseñado y fabricado en Holanda. Aunque no es especialmente pequeño, se adapta bien al manillar de la bici. Encontré dos inconvenientes que me hicieron buscar otra alternativa: el primero es que no suena demasiado alto y el segundo, bastante molesto, es que por la vibración de la bici iba haciendo ruido todo el rato. 

La alternativa la he encontrado en otro proyecto de financiación colectiva, el timbre de Spurcycle, en este caso de origen estadounidense. Se trata de un diminuto pero bonito timbre metálico que hace un alto y precioso sonido. Por resumir mi excelente impresión sobre él, parece que ha sido hecho a propósito para la Brompton.

En esta línea de nuevos productos que llegan a través de proyectos personales financiados por la comunidad, estoy siguiendo las luces Orfos. Más que iluminar el camino están pensadas para hacer más visible al ciclista, tanto por el día como por la noche, a la vez que es se trata de diseño robusto y muy práctico.

Por otro lado, como mi casco está ya un poco perjudicado, estoy pensando en alternativas. Hay unos proyectos de cascos plegables que podría interesarme ya que a menudo entro en sitios con la Brompton plegada dentro de su bolsa, la C Bag al hombro, y el casco dentro de una de las dos bolsas, o atado a la C Bag. Probablemente, un casco plegables como el Morpher o el Closca podría entrarme más a menudo dentro de la bolsa. Además, nadie negará que un casco plegable es el complemento lógico a una bici plegable.

La otra cosa para la que sigo ahorrando es para una bolsa frontal Mini-O Bag. Nunca me he decidido a comprarla porque creo que no la voy a utilizar tan a menudo como para que me justifique realizar el desembolso. En cualquier caso, tarde o temprano la adquiriré para salidas donde no es necesario llevar la bolsa grande, y es incómodo cargar trastos en los bolsillos del pantalón o la bolsa de la funda de la bici, que siempre llevo puesta.

Por cierto, ahí sigo sin sustituir las Schwalve Marathon Plus, cada vez más "slick" y peligrosas con lluvia. 

Y ya van cinco años de ciclista urbano.


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